Crees en los ángeles? VI

holis mis hermosuras vivientes... (?) bueh... como he estado aburridisima estos dias, me he puesto a escribir, por eso les traigo un cap... y como no tengo mucha imaginacion no salio como esperaba, fue demasiado corto.... 
perdonen por no haber puesto antes el cap... es que he estado media loca y no tenia tiempo para escribir... 
espero que les guste.

besosososo ♥ comenten. me hace feliz ver sus comentarios y responderlos... (ahora ya solucione el problemilla) byebye y unanse al blog si les gusto, y tengo twitter por si quieren preguntar algo, o simplemente pasar un rato... jajaj ♥

PD: ya son mil visitas... gracias... y somo 7 en total de seguidoras.. gracias preciosas no se que haria sin ustedes... 

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 Cap. 6: ¿hay plan B?

Era la bibliotecaria. No parecía alguien de 40 y algunos años más. Parecía de 30. Tenía traje y en la mano un cuchillo.

No cualquier cuchillo. Bueno, a menos que los cuchillos de ahora tengan picos filosos, y dientes más grandes de los que debería, no estoy en problemas, pero lamentablemente, los cuchillos no son así, por eso si estoy en serios problemas.

Camine para atrás y me tope con la pared llena de plantas.

-no te vayas… la fiesta acaba de empezar.- se acerco a mí. El cuchillo rozo mi mejilla. Mi piel parecía que quería huir. Se erizo a más no poder.

Vi en sus ojos maldad, tenía ganas de acuchillarme pero alguien se lo impidió.

-y ¿a ti no te han dicho que no se juega con los humanos?- era el hermano de Melanie. Estaba ahí. ¿No se había ido?

Su mano se poso en la boca de la bibliotecaria y una luz destellante salió de sus ojos y cayo rendida al suelo.

-ven, antes de que vengan mas. – me tomo del brazo y me teles transportó al patio de mi casa.

-la próxima vez no seas tan tarado y no te pongas en riesgo. A lo mejor la próxima no voy a estar disponible y morirías.

-¿Qué haces acá?

-creí que era obvio. Salvarte…- dijo en tono burlón.

-no necesito que me salven- dije.

-no, claro, y tampoco necesitas un corazón. – tenía razón.

-¿Melanie está contigo?- me miro tratando de asesinarme con la mirada.

-así que te gusta mi hermana.- dijo sonriendo victoriosamente.

-no, ¡claro que no!-dije rápido.

-entonces para que quieres verla…- dijo levantando una ceja sabiendo lo que viene.

-mmm-¡Ahhh justo ahora se me iba trabar la lengua! Que digo… desde ahora tengo que tener pensado un plan B para todo tipo de ocasiones. –Solo, quiero verla…- baje la mirada

-porque gustas de ella.- fue como si completara la frase. – ella no está. No va a estar de vuelta por acá. Tiene otra misión en Brasil. Ya escuchaste cuando le di la noticia.

-¿me cambio?- pregunte. Fue como si estrujaran mi corazón.

-si, por supuesto, ella siempre cambia.

-¿siempre?

-chico no eres la única misión que Mel tuvo. Nada gira en torno a ti…- hizo una pausa- aunque realmente sí.

-¿Qué pasara ahora?-

-tengo que idear un plan B. Ya tienen tu olor, y cuando lo tienen te pueden rastrear hasta Marte- dijo serio.- no se qué hare contigo. ¡Dame algo que me ayude por favor!- dijo mirando al cielo.

-cállate, que mi hermano te puede escuchar.- dije en voz baja.

-nadie me puede escuchar… si lo hacen no me verán y pensaran que estás hablando solo- sonrió.

-¿Cómo te llamas?- pregunte. Era raro pero lo conocí hace bastante y me ha salvado una vez y ni si quiera se su nombre.

Me miro a los ojos, como si no entendiera la pregunta. Sonrió para sí, y miro al cielo.

-¿no me podías mandar algo menos preguntón?

-¡hey! ¡Sigo acá!- dije ofendiéndome un poco.- y contéstame. ¿Cuál es tu nombre?

-no tendrías que saber esto… Castiel. ¿Contento? ahora ya sabes mi nombre. Y ahora me voy.- dio una sonrisa forzada y desapareció completamente de mi vista.

♫     ♪     ♫

Paso el tiempo. Con este los pensamientos de que los ángeles existían, que demonios querían matarme. Y sobre todo de Melanie. Fue como estar en el infierno, nunca he estado ahí, pero tampoco quiero estarlo.

Es 13 de septiembre, mi cumpleaños. Estoy en casa festejando con mi familia.

-¡Niall!- me giro y encuentro a mi sobrina en brazos de Denise. ¿No les conté? Creo que no. Bueno, Denise y mi hermano tuvieron a su hija hace una semana. Es hermosa. Es idéntica a ella. Sus ojos me hacen recordar cuando Mel se cayó al piso y accidentalmente vi sus alas. Bah! Sácate es pensamiento.

-esta hermosa nena- dije mientras me pasaba a Isabel a mis brazos.

-feliz cumpleaños. – dijo Denise.

-gracias por venir.- dije sentándome en una silla de por ahí.

Todavía tenía a Isabel en mis manos. Era tan frágil. Parecía un ángel.  Se empezó a mover. Estaba incomoda en mis brazos. Se la entregue a Denise de nuevo y me fui a saludar a unos amigos.

La tarde se paso rápida. Entre risas, charlas, regalos, y abrazos de todo tipo. Hasta mi cara fue hundida en la torta. Claro que después tuve que ir al baño y sacarme un poco de torta que tenía en la nariz.

A las 9 de la noche las personas se empezaron a ir. Quedaron mi mejor amigo, Jake, Denise, mi hermano y yo. 

Denise se fue adentro a cuidar a la bebe. Greg se puso a guardar las sillas en el garaje, y Jake fue a guardar los manteles. Así quede solo en el patio trasero.

Un ruido fuerte y seco, me saco de mis pensamientos, haciendo que mi mirada se desvíe hacia los arbustos. 

Algo se movía. No llegaba a distinguir que era. Me acerque despacio. Dejo de moverse cuando llegue a los tres metros de distancia. Trague saliva.

Podría ser un perro, o un gato. En casos más extremos una rata. Volvió a moverse y un quejido me alarmo.

-ay… dios…- escuche, y la piel se me erizo. Camine rodeando el arbusto y ahí estaba. Tirada en el suelo. Con… ¿sangre?

-¿Melanie? – dije asustado. Me puse rápido a su lado. Estaba herida. Sus alas no eran blancas, esta vez estaban cubiertas por sangre. Esa sangre que tenía en toda su ropa.

-fe… -tartamudeo. Y en susurros alcanzo a decir antes de caer desmayada en mis brazos. – “feliz cumpleaños.”