Nueva novela - CREES EN LOS ÁNGELES? I

hey!!!!!! como andan yo mas liada que una liadora de lios (?) que se supone que fue eso? 
buenoooo de seguro esperan que ponga de una vez todos los gfdyufgw capitulos asi leen los siguientes.. si bueno.. aqui viene lo malo... le di el cuaderno en donde tenia los caps a una amiga para que los leyera y cuando vi el cuaderno al otro dia estaba todo mojado... esto paso porque dejo el cuaderno en la mesa y sin querer su gato.. volco jugo y MI CUADERNO SE ARRUINO!!!! putos gatos!!!!
en fin.. por ahora no pondre mas caps... lo siento.. pero lo bueno es que hice otra novela... si.. espero que les guste.. esta es con una chica llamada Melanie y Niall. oh yeah.... jajaja

espero que les guste el primer cap.. lo siento.. matenme en los comentarios. jejej  byebye!!!  ♥ besosososo

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Cap. 1:    te conocí

¿Crees en los ángeles? ¿Me creerías si te digo que soy uno? He bajado de mi lugar, para hacer una misión. No sé cuál es. Solo me dijeron que baje.

Soy Melanie, me dicen Mel. Tengo 21, bueno, tenia, o no lo sé, lo que sí, es que en la Tierra soy mucho mayor de lo que soy. Cuando baje a la tierra realmente me borraron la memoria… solo se de la misión.  Aquí por ahora me llamare dan, por las dudas.

Estoy sola. Nadie me puede ver, tampoco quiero que lo  hagan. Mis alas grandes y llenas por plumas grandes y blancas, dan mala impresión, y sé que la gente no sabe lo que es un prejuicio, pero los dicen todo el tiempo…

Calle rivera al 2548, departamento 4 piso 3, desearía encontrar aun que sea a otro como yo.

Por ahora, solo tengo a Mittense mi gatita, que cada vez que despliego mis alas sale huyendo de miedo. Tengo el presentimiento que si alguien me mira hará lo mismo que ella.

Día 38 desde que llegue a la Tierra. 7 de febrero del 2013… estoy en el centro de la ciudad de Mullingar, no sé porque estoy aquí. La única pista que tengo es que “caminar ayudara a tu memoria recordar”. Si, los ángeles somos más inteligentes que los humanos, pero eso si que no lo entiendo.

Tengo mi sobretodo, tapando mis alas, pero me queda corto. Ellas me llegan un poco más arriba que las rodillas, y el abrigo solo me llega a la mitad del muslo.

Las baldosas mojadas me dificultan la caminata, todavía no estoy acostumbrada a caminar, yo solo volaba. 

No sé como lo hacen los humanos, hay personas que usan tacos, o plataformas enormes y no se caen. Si me ponen a mí en uno de esos viviría en el piso. No me podría mantener de pie ni un segundo.

Las calles son anchas y largas, pasan demasiados coches para mi agrado, y tengo que esperar media hora hasta que no venga ninguno y pueda pasar. Recuerden que ser invisible,  no significa que puedo traspasar las cosas, no, al contrario si toco algo que no sea el piso o un árbol, el hechizo de invisibilidad no funcionara y seré visible ante todas las personas. Por eso traigo siempre el abrigo, y no es por el frio.

-señorita, ¿te hago compañía?- grito alguien. Me asuste, pero al segundo creí que era para otra chica pero me sorprendí cuando prosiguió. – hey! ¡La rubia! Hey!- me di vuelta y vi a un chico con rasgos finos, rubio, y de unos ojos celestes preciosos. ¿Me veía? ¿Sin querer había tocado algo?

-¿yo?- pregunte incrédula.

-si usted, que hace sola a estas horas.- ¿Qué hora era? Mire el cielo, negro bien oscuro, había estado caminando por horas y no me había dado cuenta-

-¿me ve?- pregunte abriendo los ojos

-claro, quien no la vería, no tiene que caminar sola a estas horas. ¿Se perdió?- pregunto con una voz gruesa y con ese tono  ingles tan común en los habitantes de allí.

-¿desde cuándo soy visible?- pregunte mas para mí que para él. Por eso arqueó una ceja en forma de que no había entendido –

-¿de qué habla?- pregunto acercándose, a lo que yo retrocedí un paso. Recuerdan que no estoy acostumbrada a que me hablen.

-no, de nada, no me entenderías. Lo siento por perder tu tiempo… me voy.

-la acompaño- dijo agarrándome el brazo para que me de media vuelta en torno a él. Sus ojos, iguales o un poco más oscuros que los míos, eran preciosos.

-no quiero que pierda su tiempo, puedo volver sola. Gracias por…

-insisto. – dijo sonriendo, una sonrisa amplia y hermosa.

-como diga.- dije bajando la cabeza.

Caminamos a casa, realmente había caminado demasiado del centro. El edificio era medio impresentable, y mi piso igual. Solo tenía un sillón, un televisor, una estufa, y una cocina,  y gracias al dueño que me regalo una cama y un horno.

-lo siento si no está ordenado. Pero ya llegamos, gracias por traerme- intente deshacerme de él

-¿vives aquí?- pregunto mirando con cara de asco toda la sala.

-sí. – respondí

-¿sola?

-si- respondí con miedo. El volvió la cabeza a mí, mirándome fijamente a los ojos con cara de pena.

-te dejo.- dio un paso hacia la puerta.- espero verte de nuevo.

-¡hey espera!- dije antes de que cerrara la puerta- ¿cuál es tu nombre?- me pare en seco. Su mirada sin un ligar fijo buscaban respuesta.

-emmm, Niall, si,  llámame Niall. – Sonrió – ¿y tú?

-mella… ¡dan!- dije rápido, casi le digo mi nombre.

-¿Melanie o dan? - miro hacia el piso

-sí, dan- dije, maldiciendo a mi cerebro estúpido.

-bonito nombre- sonrió- nos vemos.- salió del apartamento y bajando las escaleras me dio una mirada seguida de una sonrisa. Creo que me encontré con uno de los míos. Al fin.