holis!!! la desaparecida aparecio!!! siento no haber puesto ni una entrada... me siento muy zoquetosa....
pero... les traigo un cap... WIIIIIIIIIIWWWIIIII
y como de costumbre espero que les guste...
este es un poco raro, creo... les dejara con la intriga... jejejeje
besososos... comenten.. recuerden que son todo para mi...
unanse al blog si les gusto....
byebye ♥
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Cap. 8: we can go nowhere but up.
(Narra desde el punto de vista de Niall)
Estaba entre mis brazos sangrando, desmayada, no sabía qué
hacer. Si le digo a alguien la vera, y se asustara con sus alas, y me daría por
loco.
-¡Niall!- escuche que gritaron mi nombre. Sentí un no sé qué
que me dejo perplejo. Tenía que hacer algo.
-¡¡¡Niall!!! – sentí de nuevo.
Me asome por entre medio de las ramas del arbusto y pude
notar como Denise, mi hermano, y Jake, estaban parados al lado de la puerta. Vi
como mi hermano y Denise entraron a la casa, pero Jake se quedo allí, parado
sin hacer nada. Al segundo dirigió la mirada hacia mí. Quede mirándolo. Si me
movía iba a ser peor, era como si me dijera algo. Era algo así como una
advertencia.
Entro adentro y mi curiosidad aumento. ¿Sabía que estaba
escondido acá? ¿Vio a Melanie? Y ahí se me prendió la lamparita arriba de mi
cabeza… tenia a Melanie inconsciente en mis brazos.
-Melanie…- susurre creyendo o teniendo al menos la esperanza
de que se despierte.
La sangre no cesaba, no sabía de dónde venía. Abrí su camisa
blanca, toda manchada de sangre y mi corazón se paro por un momento.
-todo fue por ti- me alarme al escuchar su voz. El estaba
aquí. Gracias a Dios el estaba aquí.
-ah. Gracias por venir, ayúdame. – dije casi en un hilo de
voz, tenía un nudo en la garganta.
-no sé cómo ayudarte. He arreglado huesos, su nariz,
quemaduras, mi hermana siempre se mete en líos, pero esto…- dijo sosteniendo a
Melanie en sus brazos y sacándomela de los míos.-
-¿Por qué esta escrito “Niall” en su en su cuerpo?- pregunte, era la
única duda que tenia ahora, y quería que me la den. Para algunos soy tonto,
pero lamentablemente no lo soy.- dímelo. – Dije mientras las lagrimas asomaban
- ¡dímelo! – grite apenas oíble para él. No quería que mi familia me oyera
gritar como un loco.
-gracias a ti, alguien…- una lagrima rodo por su mejilla.
Por primera vez vi a un ángel llorar. No creí que los ángeles lloraban hasta
ahora. – ¿te conto sobre Crowley?- negué, y otro sollozo salió de su boca. Se
levanto. Se agarro la cabeza y empezó a caminar en círculos.
Unas palabras salieron de su boca. No eran ni en español,
francés, ni ingles. Me sentí incomodo, como si no tendría que estar allí, y
realmente no tendría que haber estado aquí desde un principio. Tendría que
haberme quedado con la idea de que había un gato y listo.
Al terminar la frase se acerco y tomo a Melanie en brazos.
-¿adónde te la llevas?- dije levantándome y estando a su
altura. Me sorprendí al ver que era tan alto como él.
-ya sabes demasiado. No tendría que darte más información. –
respondió en un tono seco y frio sin siquiera mirarme a la cara. Miraba la de
Mel. Trataba de reanimarla de algún sentido.
-si no quieres decirme llévame contigo, así no tendrás que
decir ni una palabra. – dije subiendo los hombros.
-no puedo llevarte. Si lo hago te harán pelear. Irías al
infierno a hacer la guerra contra Lucifer, esa guerra que le faltaba el
guerrero. Gracias a mi esa guerra no sucederá y la Tierra estará en completa
armonía por un rato mas.
-llévame- repetí esta vez, ni pregunte, solo se lo ordene.
-no.- me miro a los ojos. Eran celestes iguales a los de
Mel. Eso sí. Estos estaban rojos de tanto llorar. Se le habían marcado las
ojeras. Y tenía el pelo revuelto de tanto habérselo tocado.
El silencio no tardo en reinar en el lugar. Ninguno de los
dos quería decir algo. Romper ese silencio eterno. Era imposible.
Corrió la mirada. Ahora su vista se pego al suelo. No quería
que lo viesen llorar.
-lo digo por última vez, llévame.
-¡no!- grito sorprendiéndome y haciendo que retroceda un
paso. Los ladridos de los perros de todo el vecindario empezaron a sonar en mis
oídos, algo me dijo que eso no solo lo había escuchado yo.
-te van a escuchar- dije en un tono calmado
-no me importa. ¡Mi hermana está muerta y vos queres que me
calme y deje de gritar! No soy capaz de hacer eso.
-como que muerta…- mis ojos se abrieron a más no poder.
Había dicho muerta. Lo escuche perfectamente.
Sus ojos se abrieron como los míos… creo que no quería decir
eso, pero su cerebro se lo impidió y lo dijo de todos modos. Vi como caía al
suelo y dejaba delicadamente a Mel en el suelo. Sus sollozos se escucharon. Por
fin se dejo sentir llorar.
Me arrodille ante él. Mis lágrimas no tardaron en salir.
-solo…- alcance a decir. Mi lengua se trabo, no quería
moverse, tampoco tenía palabras que decir.
-te llevare…- dijo en susurros
-pero, ¡por favor! Llévame, así no tendrás… ¿Qué?- me pare
en seco. ¿Había dicho que me llevaría? – ¿Dijiste que me llevarías…?- pregunte
con todas las dudas. Giro su mirada, sus ojos miraban cualquier cosa, menos los
míos, no quería llevarme, pero soy muy arrogante.
-solo… solo, si no preguntas.- dijo aspirando la nariz.
Después un intento fallido de levantarse, me indico que le tomara la mano. Y en
solo un abrir y cerrar los ojos estábamos en las afueras de una cabaña
abandonada.
-¿Qué es esto?- pregunte curioso mientras me levantaba.
-te dije que no preguntes. Cumplí con mi trato ahora cumple
el tuyo.- se levanto de un solo intento y con
Melanie en brazos, caminamos por
un sendero que llevaba a la puerta de esta cabaña. Alli toco timbre.
Pasaron
minutos antes de que se escucharan como alguien abría todos los cerrojos que
tenia la puerta. Cuando acabo, la puerta se abrió con fuerza, pero se trabo ya
que tenía la cadena. Una pequeña risita burlona se me escapo y Castiel me miro
con desaprobación.
-lo siento. No esperaba verte de nuevo… ¿Qué paso?- dijo un
hombre, alto, muy alto, pelo bastante largo, más arriba de los hombros, unos
ojos verdes y una sonrisa en la cara, que al ver a Melanie se le borro por
completo.
-Crowley- le contesto Castiel. Este hombre me miro y después
le dirigió una mirada a Castiel. – el es Niall. Es una larga historia. Tenemos
que irnos rápido de aquí. No… me tienes que ayudar con Mel.- dijo con un tono
de angustia
-claro pasa. Ponla en el sofá.- dijo mientras se hacía a un
costado para que entremos. – Sam, un gusto- dijo con una sonrisa y con la mano
extendida. La extendí yo también en forma de saludo. No sé porque estaba contento.
-Niall- alcance a decir.- creo que también es un gusto- lo
dije mas como preguntándolo. – ¿En dónde estoy?- pregunte.
-En Washington, Estados Unidos. Y solo eso te digo- dijo dándose media
vuelta y empezando a caminar para donde creería que era una sala de estar.
¿Estoy en EE UU? ¡Dios! Hace cinco minutos estaba disfrutando mi cumpleaños en
mi casa en MULLINGAR Y AHORA ESTOY AL OTRO LADO DEL MUNDO… esto es
completamente raro para mí.
-¿Quién eres?- me saco esa vos gruesa de mis pensamientos.
Era otro hombre. Muy parecido al de recién. Facciones un poco marcadas, pelo
corto y castaño. Sus ojos verdes brillaban con la luz tenue que había en esa
cabaña. – hey. ¿Quién eres?- pregunto de nuevo mientras bajaba los últimos
escalones de la escalera que acabo de descubrir.
-N… Niall- conteste. Este abrió los ojos y apresuro el paso
hacia la sala. Yo lo seguí y allí estaban todos.
-¡Castiel!- grito haciendo que este se de vuelta y se
abracen.- ¿Qué paso?- sonó preocupado.
-Crowley- le contesto Sam haciendo que este hombre cambiara
su rostro de felicidad a miedo.
-otra vez- dijo acercándose a Melanie. - ¿Qué hace el
guerrero en nuestra casa?- susurro no tan bajo.
-no me quedo otra. Estaba muy mal y yo también, no quería
discutir con él. – dijo
-Dean- se acerco. – un gusto- me estrecho su mano, lo que yo
respondí haciendo lo mismo.
-¿Por qué soy un guerrero?- pregunte. Sam me miro con los
ojos abiertos y luego miro a Dean. Con una mirada desafiante se acerco y le
pego en la cabeza haciéndome reír.
-vos no preguntes mas o te devuelvo a tu casa- dijo Castiel serio señalándome- y vos- señalo
a Dean- no hables.
-Dean hay que buscar cosas abajo. Ayúdame- dijo Castiel
caminado hacia otra habitación a lo que creería que da al sótano.
-y cuando la conociste- dijo así de la nada. Lo mire sin
entender.- a Mel. – dijo sentándose al lado de ella y besando su frente…
¿besando su frente? Mis cejas se subieron. No esperaba eso.- ¿no te lo dijo?-
negué.-
Estoy saliendo con ella- mi corazón se estrujo por un segundo. Dijo que
estaban saliendo ¡SALIENDO! No lo puedo creer. – igual, ¿Cuándo la conociste?
-mmm… hace mucho.
-¿Cuánto es mucho?-
-desde febrero.- dije y el sonrió.
-eras su misión, y luego lo arruinaste por eso la tuvieron
que llevar a Brasil. Sí, me lo conto
-yo no arruine nada- subí el tono.
-hey, cálmate chico. Solo era una broma… - dijo – ¿quieres
beber algo? Tengo cerveza- dijo mientras caminaba a la cocina.
-… no…- dije justo cuando aparecieron Dean y Castiel
agitados y con algo asustados.
-ya llegaron. Están a menos de un kilometro de aquí. Hay que
irnos- dijo Castiel alzando en brazos a Melanie.
-¿a dónde van?- dijo Sam preocupado.
-mmm- Castiel suspiro.- al cielo…
CHAN CHAN CHAAAANNNNN
les dejo con esto... pero antes una pregunta
¿creen que llegara al cielo?
¿melanie sobrevivira?
¿llevaran a Niall al cielo?